Descripción
El ghee, o mantequilla clarificada (libre de residuos) de la India, se viene utilizando desde hace miles de años en todo el Sur de Asia tanto como mantequilla como aceite.
Es leche de vaca (o búfala). Considerada en Ayurveda como uno de los mejores alimentos sátvicos (puros, no elaborados y de fácil digestión). Procede de leche de vacas criadas con pasto ecológico y no contiene ácidos grasos trans (insaturados) o hidrogenados, que aumentan el riesgo de enfermedades coronarias. Contiene CLA (Ácido Linoleico Conjugado) y presenta un alto contenido en beta-carotenos y vitamina E, ambos potentes antioxidantes que actúan contra los radicales libres.
La grasa resultante de la clarificación de la leche es de superior calidad, con un contenido de colesterol (aproximadamente, 8 mg por cucharilla de café). Esta pureza garantiza una conservación muy prolongada, no teniendo prácticamente fecha de caducidad. Al contrario que la mantequilla tradicional, no necesita refrigeración por su bajo contenido en humedad y nivel de acidez, y su alto contenido en antioxidantes y fosfolípidos. La alta temperatura necesaria para su preparación destruye la mayoría de las bacterias y otros microorganismos nocivos.
En el frigorífico puede conservarse indefinidamente y su valor mejora con el tiempo. El ghee envejecido tiene poderes curativos especiales, y se recomienda para el sistema nervioso. Muchas familias asiáticas lo conservar como un tesoro durante más de 100 años. Es un elemento de prestigio tan escaso como caro.
Usos
En la cocina – Como sustituto del aceite, para freir y saltear, y en repostería para barnizar panes y postres para hornear. También en crudo, untándolo como cualquier mantequilla.
Tópico – Ayuda a cicatrizar heridas, cortes, quemaduras, hemorroides; hidrata labios resecos; suaviza, flexibiliza y lubrifica la piel en general.
En gotas – Un par de gotas en cada ojo los hidrata y suaviza, mejorando la visión. A través de las fosas nasales (Nasya), suaviza y elimina las mucosidades.
En masaje – Aplicado suavemente en torno al ombligo, nutre todo el organismo.