Descripción
El té negro y el té verde provienen del mismo árbol (Camellia sinensis) y la única diferencia entre ambos se produce en su proceso de elaboración. Este té pasa por un proceso de elaboración que consta de un total de cuatro etapas: marchitamiento, enrollado, fermentación y finalmente secado. Se le puede encontrar de color dorado y de magnífica fragancia como sucede en el Darjeeling, u oscuros y fuertes como los de Assam.
Para su preparación se recomienda agua a 100ºC, una cucharadita por cada taza, y una adicional por cada cinco. Dejar cocer durante 3 minutos si se quiere un efecto estimulante, si se deja durante más tiempo este efecto se reduce, pero no se recomienda que se excedan los 5 minutos de cocción. Una vez preparada la infusión es recomendable dejarlo reposar durante unos cinco minutos, ya que es el tiempo adecuado para que el té libere sus beneficiosos flavonoides.
Su característica nutricional más destacada es que cuenta con un índice de teína algo más elevado que el resto de los tés, aunque es muy rico en minerales, tales como el cinc, calcio, cromo, magnesio, manganeso, hierro, potasio, fósforo, flúor y aluminio. Es el más aromático de todos debido a su proceso de fermentación.
No es recomendable su uso por los niños, así como las personas que tomen algún medicamento incompatible con la cafeína.